Lima Centro

Ayer visité el centro de Lima. La primera parada fué en el Museo de la Nación, imponente edificio que alberga en su interior fotografías y artefactos que trazan un recorrido por las culturas precolombinas del Perú.

Actualmente se encuentra en este museo una exposición fotográfica que muestra crudamente la história del conflicto entre el Estado de derecho peruano y los grupos armados revolucionarios Sendero Luminoso y MRTA Este conflicto se inicia a principio de los años 80 y ha afectado muy seriamente la vida de los ciudadanos del Perú, tanto los campesinos de las regiones andinas como los habitantes del nucleo urbano de Lima.
La siguiente parada fue en la Plaza San Martín (héroe de la liberación del Perú del Imperio Español), desde donde caminé hasta el epicentro de la ciudad, la Plaza de Armas, donde se encuentra la catedral del Perú y el Palacio de la Presidencia. Este trayecto se encuentra abarrotado de edificios de la época colonial con sus vistosos colores y recargados balcones. A lo largo del camino fui abordado por diversos rateros que pretenden invitarte a tomar un pisco, con más que probable intención de adulterar esta bebida con una droga que hace que te duermas para despertarte al cabo de un rato despojado de tus bienes personales así como de algunos de tus órganos vitales.

Un par de cuadras al oeste de la Plaza de Armas se encuentra el Monasterio de San Francisco, hogar de la orden Franciscana en el Perú. Esta es una de las iglesias mejor conservadas del Perú y alberga en su interior una impresionante colección de frescos y oleos de tradición flamenca, así como numerosos altares y retablos de valor incalculable, todo ello aderezado por mosaicos sevillanos y pomposos techos de madera noble encajados con la técnica del machambrado. En el nivel subterráneo se encuentran las catacumbas en las que se calcula que yacen los restos óseos de unas 70.000 personas, datando de la época en la que no existía un cementerio en Lima y los cristianos eran enterrados bajo las capillas de los santos de los que eran devotos.

Desoyendo la prohibición de tomar fotografías en el interior del monasterio, conseguí capturar esta imagen de una de las fosas llenas de restos humanos en el nivel inferior de las catacumbas. Más allá de lo escalofriante que resulta la imagen en sí, quien se habrá molestado en colocar los huesos de esta forma tan visual? 

Para acabar una curiosidad más propia de tramas históricas como El Código Da Vinci: En la siguiente foto se puede apreciar el óleo titulado Ultima Cena del Señor, por el artista Diego de la Puente, que adorna una de las capillas del Monasterio de San Francisco. Nuestra guía en el tour nos informa que sobre la mesa en la que supuestamente cenaron Jesús y los apóstoles, se puede observar un pimiento rocoto (recordareis mi anterior entrada) y Judas Iscariote parece estar mirándolo directamente. ¿Quién demonios puso ese pimiento ahí? ¿Qué relación tiene con los lamentables incidentes que desembocaron en la crucifixión de Jesucristo? ¿Qué es lo que Judas sabía que no sabían los demás? Seguiremos informando.